viernes, abril 26, 2024
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Educación inicial, clave para niños emocionales

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*Melchor García*

Foto: Especial.

Este lunes arrancó el ciclo escolar 2018-2019, lo cual significó para millones de niños su primer encuentro con la escuela y separación de la familia, experiencia que mal direccionada puede significar un momento traumático y que en gran medida deriva de la cultura mexicana de postergar la salida de los pequeños del hogar.

Ángeles Gómez, directora del Instituto Chan Paal, de educación inicial, advierte que erróneamente se ha fomentado que hasta los cuatro años los pequeños deben tener su primer acercamiento a las aulas, lo cual sólo retrasa su proceso cognitivo, además de que genera que sean más aprensivos al hogar y en consecuencia sufran de forma más severa cuando inician su carrera escolar.

“El primer día de clases para los pequeños es muy aprensivo para ellos, sobre todo porque se separan de papá, se separan de mamá, están en un lugar desconocido un lugar donde no hay nadie familiar, hay varios niños que están en la misma situación; entonces, puede ser muy difícil el adaptarse la primera semana.”, informó.

Esta tendencia deriva de que los padres prefieran que sus hijos estén con algún familiar, pensando que así les evitan un dolor, pero sólo elevan la pena, cuando es irremediable que entren al sistema educativo, además de que se pierden momentos vitales para incidir en su aprendizaje.

Y es que, dice, el desarrollo del niño en la primera infancia es clave, porque les enseña a ser autosuficientes ante los retos que ya les impone su mundo en crecimiento.

“Es indispensable, ya que desde pequeños ellos empiezan a ser independientes, sobre todo a resolver pequeños conflictos que se les presentan, desde reconocer sus cosas, acomodar sus cosas o poner simplemente; a decir, estoy comiendo con cubiertos, con mi vaso, ya no es con mi vasito entrenador, hay muchas situaciones que desde pequeños nosotros les enseñamos, no sólo es la educación de decir los colores, los números, eso viene en segundo plano vamos con el desarrollo del niño.”, puntualizó.

El postergar este desapego del hogar, sumado a la preocupación extrema de los padres de familia, produce niños vulnerables, también de que padecen en su aprendizaje nociones básicas de lectura y matemáticas, toda vez que el desarrollo de sus habilidades cognitivas se ve retrasado.

“Al salir de aquí ya van llorando, creo que es mucho más difícil el desapegarse que al mismo niño en sí.”, concluyó.

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