Feminicidios matan familias enteras

Melchor García 

Cuando un feminicidio es consumado, no solo se mata a una mujer que pudo haber sido madre, hija, esposa o hermana, también a toda la familia, pues la mayoría de las investigaciones comienzan con una denuncia por desaparición, lo que lleva a la familia entera a concentrarse en encontrar a la víctima, lo que no solo requiere dinero, también tiempo.

Los familiares no sólo viven con la zozobra, con la rabia o la desolación, también se quedan sin recursos, muchas veces sin trabajo, con una crisis emocional o enfermos, lo que en numerosos casos desemboca en la desintegración del núcleo familiar.

Es por ello que la atención a los familiares de las víctimas no debe frenarse cuando se les entrega un cuerpo, cuando se detiene al o los feminicidas.

A decir de Melissa Vargas, directora del Consejo Estatal para la Mujer y Bienestar Social, se ha detectado que muchas veces los padres de una víctima se divorcian o quedan en la bancarrota porque invierten todos sus ingresos y ahorros en localizar a su ser querido.

En la mayoría de los casos de feminicidio, se comienza con un acta de desaparición, por lo que las familias gastan en estrategias de ubicación paralelas a las que ofrece la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, o incluso gastan de más en pasajes para poder asistir a las instancias correspondientes.

“He tenido la oportunidad de platicar con asociaciones de mujeres, con familiares de despreciados, y hemos observado que al final de proceso la familia se rompe, los esposos se separan y muchos pierden su trabajo porque, o te dedicas a trabajar o a buscar a su hija, a su esposa; y pierden la salud por lo que implica no dormir pensando en dónde estará”, comentó Vargas.

Es por ello que aseguró que desde el Estado se deben brindar las herramientas para proteger el núcleo familiar, dando atención psicológica en incluso empleos temporales a los familiares de víctimas, por lo que ya se traba en un esquema transversal, que no solo busque la atención post feminicidio, sino también se enfoque en la prevención desde distintos ángulos, incluida la reeducación en materia de perspectiva de género.

Cifras del Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero”, indican que, de acuerdo con sus registros, en lo que va del año se han reportado 60 feminicidios en el Estado de México, y que el fenómeno ha ido aumentado año con año desde la primera década de los 2000