Impacta uso excesivo de dispositivos digitales relaciones familiares
*Melchor García*
Viridiana García Casimiro, maestra en desarrollo humano del DIF Estado de México, advirtió sobre el impacto en lo que denominó: “desgarre de las relaciones afectivas entre personas“, que atribuye al uso exacerbado de dispositivos digitales, como teléfonos celulares y redes sociales.
De acuerdo con la especialista hemos otorgado a las redes sociales y dispositivos electrónicos el privilegio de tener contacto afectivo con nuestros seres queridos, lo que ha generado un vacío en las relaciones interpersonales y una soledad subyacente pero subestimada.
Esta situación afecta especialmente a los adolescentes, quienes carecen de las herramientas emocionales necesarias y se vuelven más vulnerables a caer en riesgos como la violencia, delitos, y el consumo de sustancias como alcohol o drogas.
La maestra identifica obstáculos en la comunicación entre padres e hijos, tales como la falta de tiempo, la desestimación de la comunicación, la percepción de rebeldía por parte de los hijos, y la priorización de recursos económicos sobre los emocionales.
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Lamenta que la generación de los “dispositivos digitales” esté construyendo vínculos más fuertes con los celulares que con las personas, siendo los hijos el eslabón más débil en las familias.
En respuesta a esta problemática, García Casimiro hace un llamado a evaluar y redireccionar las relaciones familiares, proponiendo preguntas reflexivas como: ¿Te comunicas con tu hijo? ¿Cómo es la comunicación con tu hijo? ¿Cuánto tiempo dedicas a entablar una conversación? ¿Cómo evaluarías esa comunicación?
En caso de respuestas negativas, insta a retroceder el camino para reducir los riesgos a los que están expuestos los adolescentes. Es fundamental priorizar la comunicación y el vínculo emocional dentro de los núcleos familiares para promover un entorno saludable y seguro para los jóvenes.
Según datos proporcionados por la Secretaría de Salud del gobierno de la República, hasta el 39% de los adolescentes mexicanos de entre 12 y 17 años han admitido haber consumido alcohol al menos una vez en sus vidas. Dentro de este grupo, un alarmante 8.3%, equivalente a 1.1 millones de individuos, reporta un consumo excesivo de estas bebidas al menos una vez al mes.
