sábado, abril 27, 2024
MunicipiosNacionalesPolíticaPortadaSeguridad

“Me da miedo la enfermedad, pero me da más miedo la carestía”

Compartir:

*Melchor García*

Foto: Ilustrativa.

“Nos dicen que no salgamos, pero yo voy al día, tengo que comer, gastos en la casa entonces a fuerzas tenemos que salir porque, ¿de dónde?”

Es la voz de Hortensia Rosales, madre, abuela y comerciante ambulante quien desde hace 22 años ha encontrado en la venta de gelatinas en las calles del municipio de Toluca, la forma de ganarse la vida honradamente.

Hoy en medio de la crisis de salud por el avance de la pandemia del COVID-19, advierte de fondo una crisis social para las familias, que, como ella subsisten en el sector informal de la economía, a las que se les cae a pedazos la actividad con la que cada jornada salen adelante.

Los recursos que obtienen en un día en las calles, refiere, le permitan comer y tener esperanza al día siguiente, el miedo debe dejarlo en casa.

“Fíjese que no, no tengo miedo, porque quien nos da, nos dicen las patrullas que andan diario que uno debe estar adentro, pero quien nos da algo, nadie yo le digo que yo no recibo ningún apoyo hasta los 68 años entonces ahorita no puedo hacer nada, yo dependo de mí misma.”, dijo la señora Hortensia.

Hortensia, vecina de la colonia de la Moderna de la Cruz, camina diariamente una hora empujando su carrito por las calles para llegar al hospital del Niño y de la mujer en el la zona sur de Toluca; hoy doblemente vulnerable, la mujer de la tercera edad, apoyada de su hija quien es madre soltera, asegura que una cuarentena para ella es imposible porque atrás del miedo está la carestía.

“Cual ayuda, entonces todo de eso tenemos que buscarle nosotros entonces yo digo que es imposible quedarse uno la cuarentena yo para mí lo creo imposible de que dicen de que no salga, que no haga esto que no lo otro y bueno quien nos da, tenemos que salir ir a buscar, yo le tengo más miedo a la carestía, a la enfermedad porque ya si Dios lo quiere, pero la carestía.”, dijo.  

La baja en la demanda de los ciudadanos en las calles también le afecta pues de una producción de 30 gelatinas diarias hoy apenas hace entre 10 y 20 que se le quedan ante la falta de compradores; demanda a los gobiernos apoyos para este sector del que dependen millones de mexicanos que si los dejan solos los estarían condenando a la miseria. A las familias que los señalan como irresponsables pide un poco de consideración argumentando que sólo aquellos que han sufrido hambre, no la personal, sino de los seres queridos, podrán entenderla.

“Está complicada porque imagínese es fácil decir no salgan, no esto no lo otro, pero quien nos va dar, yo no tengo ningún apoyo.”, finalizó.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *