jueves, abril 25, 2024
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Robo a transporte público: Complicidad de todos

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*Luis Durán*

El Estado de México sigue siendo un foco rojo dentro del país en materia de seguridad, donde, hasta el momento, se contabilizan nada más y nada menos que 154 mil 507 delitos perpetuados en los primeros siete meses del año, según cifras oficiales; además de ubicarse en primer lugar, desde hace dos años, como la entidad más insegura de todo México, pero no se preocupen, vamos a estar mejor con “ya saben quién” -o eso se espera-.

Uno de los delitos más comunes en el EdoMéx, y al cual miles de mexiquenses se enfrentan a diario, es el robo a transporte público; llegado al punto donde la gente tiene que cargar dos teléfonos móviles, uno para uso normal y el otro para darlo en caso de un asalto, además de la paranoia colectiva que genera el abordar cualquier unidad del servicio público.

El caso más reciente fue en la ciudad de Toluca, el cual dejó a un estudiante de la Univer muerto, al resistirse al atraco por no dar su celular; situación que causó indignación entre los ciudadanos, que una y otra vez han manifestado su descontento ante esta ola de robos que se viven en la zona centro y oriente del estado.

Por su parte, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), tuvo el descaro de salir y decir, bajo números que le convenían, que el robo a transporte público sólo había incrementado un 8% en comparación a 2017; sin embargo, el fiscal de la justicia no contempló que este delito ya cuenta con más de 12 mil casos en los últimos doce meses.

La entidad mexiquense promedia mil asaltos en el transporte al mes, 33.3 diarios, reflejando así la gravedad de este tema; no obstante, según las cuentas de Gómez Sánchez, las primeras tres semanas de agosto habrían dejado más de mil 340 robos en el transporte de la entidad, algo que no se daba desde octubre del año pasado.

Los municipios del EdoMéx con más reportes son: Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán, Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tecámac, Texcoco Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán, Valle de Chaco, entre otros; donde, pese a los operativos que implementan las autoridades para evitar estos sucesos, no se ha mitigado en absoluto dicho crimen y sigue presentando un alza.

Desafortunadamente, la problemática seguirá estando lejos de solucionarse, ya que las autoridades y los transportistas siguen empecinados a no ceder terreno en la instalación de cámaras de videovigilancia y botones de pánico, puesto ninguno de los dos quiere invertir en ello; por un lado, la Secretaría de Seguridad pretende hacer obligatorio el uso de la tecnología, pero los transportistas no pretenden hacer el gasto solos y que a la postre no funcione, como otras iniciativas que se han tratado de implementar, como el taxi exclusivo para mujeres -el cual pasó sin pena ni gloria-.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) reporta que el 62% de las denuncias que absorbió por asalto en transporte público fueron del Estado de México; es decir, 6 de cada 10 atracos se cometen en territorio mexiquense, superando cifras de otras 22 entidades del país.

Si bien, el que las unidades del transporte público cuenten con todo tipo de avance tecnológico para prevenir los robos, esto no garantizará el cese de ellos sin la correspondiente participación de la ciudadanía; cómo, por medio de la denuncia que debe realizar todo aquel que ha sido víctima de dicho delito; recordando que, pese a que el EdoMéx registra, también, más denuncias por robo en las unidades, solamente 2 de cada 100 usuarios lo hace.

La negligencia se da por parte de las tres instancias involucradas, autoridades, transportistas y ciudadanos; mientras no haya una inversión real para la mejora de unidades, apoyada al 100% por la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) y donde lo mexiquenses denuncien todo hecho delictivo, la situación no cambiará.

Por lo que seguiremos enfrentándonos a situaciones delictivas como criminales coludidos con los transportistas, unidades en deplorables situaciones, una de las tarifas de transporte más altas de México, operativos policíacos aleatorios con poca repercusión al problema y usuarios agachones que, justificados en un “es una pérdida de tiempo” o “no sirve de nada”, no denuncian los hechos que los transgreden.

Para lograr mitigar un hecho violento, como lo es el robo en el transporte público, se ocupa un trabajo en conjunto de todos, sabiendo que los resultados no se darán de la noche a la mañana -dirían, Roma no se construyó en un día-; hagamos lo que está en nuestras manos para cambiar la realidad mexiquense, exigiendo a las autoridades mejor seguridad, a los transportistas un mejor servicio y nosotros denunciando.

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