Confinamiento puede elevar depresión en adolescentes
*Melchor García*
Aislamiento, ciber dependencia en el uso de redes sociales, dispositivos electrónicos como videojuegos y el celular, son las principales señales de alerta que deben tener las familias en el comportamiento de adolescentes que pueden estar escondiendo depresión o ansiedad.
Hernán García Esquivel, especialista del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales de la UAEMéx, indicó que tras tres meses de aislamiento la salud mental de los adolescentes puede verse afectada por la pandemia, al ser el sector que menos herramientas emocionales tiene desarrolladas.
“Empieza como comúnmente se conoce con nerviosismo, también vamos a agregar una sensación de peligro, casos de respiración acelerada, sudoración debilidad, preocupación exagerada, taquicardia esos van hacer nuestros síntomas, eso es lo que nos puede alertar de que algo nos puede estar pasando relacionado con la ansiedad.”, informó García Esquivel.
La posible aparición de trastornos alimenticios tanto en la falta de apetito como en el incremento en la ingesta de la denominada comida chatarra, advierte puede ser una es una de las señales de alerta para los padres de familia.
“Que nos sintamos así, no significa que tengamos un trastorno depresivo mayor por ejemplo o que estemos con un trastorno de ansiedad generalizada, simplemente por las situaciones que estamos experimentando, es normal que tengamos unos episodios así y no vamos a reprocharnos a decirnos que estamos enfermos o mal o defectuosos o incapaces, no es para reprocharse eso hay que tenerlo muy claro, chavas, chavos no nos vamos a reprochar por estar sintiéndonos así.”, comunicó García Esquivel, especialista en psicología.
Las claves para este sector de la población que ha visto modificada sustancialmente de su actividad, al perder las clases presenciales con sus amigos y el contacto físico con ellos, dijo es aprovechar todavía el confinamiento para ordenar su entorno, seguir aprendiendo en cursos en internet, dedicar momentos al día para concentrarse, pero sobre todo reconocer sus emociones y no reprimirlas.
