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ENCUESTAS Y PROPAGANDA POLÍTICA

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Por Raúl Río Valle

FOTO: eluniversal.com.mx
FOTO: eluniversal.com.mx

El 3 de julio de 2012 escribió Ciro Gómez en Milenio: “Editorialmente, no hay justificación que valga. Anunciamos el miércoles, luego de 100 días consecutivos de medición y publicación, que Enrique Peña Nieto superaría por 18 puntos a Andrés Manuel López Obrador. Peña Nieto le ganó por 6.5. Falló la encuesta de seguimiento diario MILENIO-GEA/ISA”.

Ciro Gómez Leyva entonces director editorial de Milenio contrató a GEA-ISA, propiedad de Jesús Reyes Heroles González, priísta de toda la vida y director de Pemex durante la primera mitad del sexenio de Felipe Calderón, “para medir día a día” con sondeos de opinión la campaña presidencial de 2012. Como merolico Gómez Leyva aseguró durante todo el proceso electoral que la ventaja de Peña Nieto sobre sus adversarios rondaba en promedio los 20 puntos (llegó a ponerlo hasta 30 puntos arriba).

Todavía el miércoles anterior a los comicios festinó la amplia ventaja del exgobernador mexiquense de 18 puntos cuando se conocieron los números del PREP la noche del 2 de julio, Ciro Gómez Leyva aceptó sin rubor: “esta vez fallamos”, y anunció que “por lo pronto nos retiramos de las encuestas electorales”, pidió disculpas y a otra cosa mariposa. ¿Fue una falla?

No, fue una estrategia electoral para manipular las encuestas a favor de Enrique Peña Nieto al final de la campaña, que había iniciado en 2005 con un contrato de “propaganda integrada” entre el entonces gobernador Enrique Peña Nieto y Televisa, para sobreexponer a Peña en todo tipo de programas para posicionarlo como producto por encima de otros posibles contendientes y venderlo en el mercado electoral.

La estrategia integral de medios tuvo 5 buques insignias, Televisa, Radio Fórmula, Milenio, la encuestadora GEA-ISA y el periodista Ciro Gómez Leyva.  Televisa posicionó a Peña entre 2005 y 2009 para hacerlo presidenciable. A partir de agosto de 2009 lo impulsó como presidenciable imbatible.

Desde esa fecha Gómez Leyva anunciaba en Radio Formula y Milenio la encuesta trimestral de GEA-ISA y desde ahí se socializaba, primero en el noticiero de López Dóriga, después en el desaparecido programa de Televisa “Tercer Grado”, donde concentraba a sus generadores de opinión. Y estos opinólogos expandían el mensaje de imbatibilidad de Peña a TV Azteca, otros diarios y otras cadenas de radio.

El mismo procedimiento en paralelo, para reforzar, utilizaba López Dóriga por los mismos medios -Televisa, Radio Formula y Milenio-, pero con otra encuestadora, Mitofsky, que iba difundiendo la misma dosis de manipulación.

100 días antes de la elección de julio de 2012 Ciro Gómez Leyva aumento la dosis de veneno manipulador, al presentar diariamente un sondeo levantado por GEA-ISA con el mismo mensaje: Peña Nieto es imbatible le va a ganar dos a uno a su más cercano contrincante, Andrés Manuel López Obrador.

Hoy gracias al libro de Álvaro Delgado, “El Amasiato, el pacto secreto Calderón-Peña y otras traiciones panistas”, sabemos que Calderón apoyó a Peña en 2012, traicionando a Josefina Vázquez Mota. Pero también que Peña Nieto a partir de su mal paso en su visita a la Universidad Iberoamericana y el surgimiento del movimiento estudiantil-juvenil “Yo soy 132”, Peña Nieto iba cayendo diaria e irremediablemente en las encuestas electorales reales.

Por ello es que, sin el apoyo de Calderón y del bombardeo mediático impulsado por la estrategia de utilizar las encuestas como propaganda política, además del recurso de último momento de salir a comprar millones de votos a través de las tarjetas Monex y Soriana, muy probablemente Peña Nieto habría perdido la elección.

El mayor logro del movimiento “Yo soy 132” fue haber develado al público el apoyo mediático de Televisa a Peña Nieto, y haber ayudado a bajar a Peña de su nube mediática, incrementando el desprestigio nacional y universal de Emilio Azcárraga y de su monopólica empresa.

Desde hace tiempo la utilización de las encuestas para inducir mediáticamente al electorado es práctica universal. Y de un tiempo a la fecha las encuestas han fracasado en sus “pronósticos” electorales, los resultados les son adversos a las encuestadoras. Una especie de rebelión ciudadana universal ha hecho fracasar la utilización de las encuestas como propaganda para apuntalar a ciertos candidatos y/o partidos.

Las encuestas fallaron en el Reino Unido, el Brexit triunfó. Las encuestadoras fracasaron rotundamente en las elecciones de México en junio pasado, el PRI fue barrido. Y por supuesto que han fracasado rotundamente al pronosticar la derrota de Donald Trump y el triunfo de Hillary Clinton. La época en que se ganaba una elección a encuestazos terminó. Aunque en México tal vez todavía puedan ganarse a billetazos.

Hay que ser ingenuos, despistados o de plano mal intencionados para diseñar una estrategia electoral a partir de la engañosa información generada por las encuestas-propaganda, las cuales buscan jalar al elector ingenuo o al indeciso. Hacer política con la información engañosa del adversario sería un error garrafal. Las encuestas reales les sirven a los partidos y/o candidatos para ponderar las acciones de campaña, esas seguirán sirviendo.

Y habríamos de ser inmensamente ingenuos si no viéramos que hay dos campañas que vuelven a utilizar la estrategia de las encuestas-propaganda. Una es la que impulsa a Margarita Zavala como la candidata a vencer para la presidencial de 2018. Al total y grotesco estilo Peña. Televisa y la oligarquía neoconservadora que la impulsan deberían entender que nunca han sido buenas las segundas partes.

Las encuestas, el libro de Margarita y la telenovela de Televisa para posicionar a “La Candidata” de Felipe Calderón y de Carlos Salinas, quieren recetar la misma medicina para una enfermedad diferente a la 2006 y 2012. Allá ellos.

La otra campaña que tiene el mismo diseño, solamente que para posicionar al partido “ganador”, al PRI, aun sin candidato, es que han empezado a difundir para presentar al PRI como invencible en el Estado de México.

Y ubican al PAN en segundo lugar y a MORENA en cuarto Lugar. Son los deseos expresados en encuestas, faltan que sean avalados por la realidad. Se pueden llevar sorpresas.

Hay un consenso en todas las encuestas nacionales publicadas hasta hoy. Que el PRI va en tercer lugar en el país. ¿Por qué motivo en el Estado de México el PRI va en primer lugar? ¿Por los buenos resultados de Peña? ¿Por el buen gobierno de Eruviel Ávila y los presidentes municipales del PRI?

¿Porque el Estado de México es el primer lugar en números rojos habidos y por haber? ¿Porque aquí viven los más masoquistas? Ya falta menos tiempo para ver la realidad, más allá de las encuestas-propaganda que van a contracorriente de la tendencia nacional y mundial. Ya veremos.

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