viernes, abril 26, 2024
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Intolerancia en EdoMéx por matrimonios igualitarios

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*Luis Durán*

Legisladores de la Cámara de Diputados del Estado de México pospusieron, esta semana, las comisiones legislativas donde se “aprobaría” el matrimonio igualitario y la adopción homoparental en la entidad mexiquense, ya que integrantes del PAN, Encuentro Social, PVEM, e incluso los de Morena, se ausentaron, declarando suspendido el evento por falta de quórum.

Dicha acción causó revuelo entre la comunidad LGBTTTI, sociedad y políticos, quienes tacharon a los legisladores de regatear los derechos que fueron reconocidos por la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); Omar Ortega Álvarez, coordinador de la bancada del PRD y principal defensor de la iniciativa, señaló el acto como mezquino, argumentando que esta es una “verdad” que ya los alcanzó y no se tiene que resistir a ella -como si la homosexualidad fuera algo nuevo en la historia humana-.

Cabe recordar que la única manera para que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio en el EdoMéx es por medio de un amparo, como lo realizado en 2017 por un par de parejas; asimismo, la iniciativa para los matrimonios igualitarios ha estado congelada desde marzo de 2015, dejando ver que, a pesar de haber transcurrido casi 4 años, se sigue jugando con los intereses de esa minoría, la cual sigue siendo discriminada, ignorada, olvidada, pisoteada y hasta juzgada.

Para muestra está la organización civil ‘Frente Nacional por la Familia’, que denuncia que, al aceptar este tipo de “aberraciones”, se vulnera el artículo 59 del Código Civil; además de que los niños tienen derecho a tener mamá y papá, cosa que se tiene que reconocer desde las actas de nacimiento. -Hay que aclararles a estas personas que la orientación sexual no es motivo de discriminación, y que tratar de imponer una figura de ‘familia’ sí lo es-

Anuar Azar Figueroa, coordinador panista, insistió que este tipo de uniones se deben dar bajo otra figura jurídica distinta que no sea la del matrimonio, pero, eso sí, indicando que “respeta” el derecho legal de todos; asimismo, Alfonso Bravo Álvarez, militante del PAN, externó que se tendría que crear otro tipo de “contrato” –¿en serio, todavía hay gente que piensa que el casarte es un contrato? (me dueles México)- para las personas del mismo sexo que se quieran casar en la entidad y que no intente “modificar” los matrimonios entre hombre y mujer.

Se tiene que hacer hincapié que en el país existen 12 entidades donde las uniones entre parejas gay son legales, CDMX, Coahuila, Nayarit, Michoacán, Morelos, Campeche, Jalisco, Quintana Roo, Chihuahua, Chiapas, Morelos y Puebla, y, aunque pareciera que el Estado México será el treceavo, las posturas de los legisladores indicarían que aún falta mucho para que la iniciativa se pueda dar en la demarcación.

La postura intolerante del PAN no nos debe sorprender, si fue fundada por cristeros, que creen que todo se debe regir a través de la moralidad y valores -que incluso ni ellos entienden a qué refieren estos conceptos-, del PES menos; sin embargo, se extraña que los legisladores de Morena no estén del todo acuerdo con los matrimonios igualitarios, ya que se trataría de un partido supuestamente de “izquierda”, encargado de defender la igualdad social, que incluso profesa su creador y ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

No obstante, argumentar que todos somos igual ante la ley y después solicitar que no se le llame matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo o que tengan otro tipo de institución que los avale, sólo porque no nos gusta, porque nuestros valores no lo permiten, nuestra moralidad, partido político, incluso la preferencia sexual, es símbolo de intolerancia y poco respeto a la integridad humana.

Los últimos años se han convertido en la era de la apertura social, humana y de pensamiento, pero son los conservadores a los que más les cuesta trabajo integrarse a ello -siguen pensando que su opinión está sobre la de los demás-; en el ámbito político seguimos en la edad de la prehistoria, donde la lucha de intereses, de burócratas, partidos, legisladores y demás involucrados, estará por encima de la igualdad de las personas y todo se sigue tomando con tintes proselitistas.

Este tipo de problemáticas sociales deberán servirles a los mexiquenses para concientizarse en el ámbito político, sabiendo que sus intereses y necesidades se verán únicamente reflejados y protegidos en las aplicaciones de leyes y normas por legisladores que realmente converjan con sus ideales, y no porque pertenezcan a algún partido del agrado o de moda, que sean estéticamente bien parecidos o “sepan” de política.

Antes de nuestras preferencias sexuales, color de piel, origen, estatus económico, académico, ideales, afecciones políticas, o cualquier otra cosa que nos diferencie, todos somos iguales ante la ley; puntualizando que no porque algo no nos guste o no sea bien visto signifique que esté mal. La tolerancia es el único camino que tiene el humano para comprenderse con su similar.

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