viernes, abril 26, 2024
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Los héroes sin capa del Nevado de Toluca

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*Melchor García*

Foto: Ilustrativa.

“Es una sensación indescriptible porque experimentas una sensación de tranquilidad, el oxígeno es muy diferente dentro del trabajo que realizas, no se te hace monótono, haces cosas diferentes.”, Elvira Juárez.

El Xinantécatl, magnánimo en su presencia, único en su esplendor, se erige como el verdadero coloso del Valle de Toluca, símbolo de identidad que muchos ignoran es el verdadero garante de vida para millones de familias mexiquenses.

Elvira Juárez es una de las primeras mujeres que trabaja en el cuidado y mantenimiento del área forestal, hoy integrante del comisariado de bienes comunales de Santiago Tlacotepec, en Toluca; lamenta que su primer recuerdo del Nevado sea el de un bosque azotado por la tala descontrolada y clandestina.

“Yo recuerdo en primer momento un bosque devastado por el uso irregular de la misma comunidad, debido a que era una fuente económica para los pobladores de nuestro territorio, utilizaban esa leña para ir a venderla y obtener algo para la manutención de su familia, desafortunadamente fue de manera inadecuada, incontrolada, la cual devastó el bosque.”, recordó.

Según datos de la Comisión de Aguas del Estado de México, el Xinantécatl representó en el último año la recarga de 30.6 millones de litros cúbicos de agua para la cuenca del Lerma y el Cutzamala, es decir, el recurso que llegó a nuestros hogares y el abastecimiento para centenares de pozos en las ciudades.

La labor que realizan Elvira y otros vecinos del Nevado de Toluca es silenciosa y sin reflectores, los beneficios para ellos la mayoría de las veces están solo en ver al bosque crecer, y si hay un poco de suerte, escuchar a los árboles “hablar”. Entre faena y faena cuidándolos de la tala o el fuego.

“Puede ser poda, puede ser brecha, puede ser chaponeo, puede ser cajeteo, puede ser reforestación, todo depende de la época de año en la cual estemos. Es una satisfacción muy importante, sobre todo ya cuando lo hace de manera directa de la cual te involucras y dices, esto lo estoy haciendo y esto lo tengo que cuidar. Cuando hay un siniestro es algo importante porque el trabajo de años se echa a perder en unos minutos.”, aclaró.

Llaman a las familias a valorar las manos y el esfuerzo de aquellos que cultivaron su agua en la montaña entre faenas y tierra seca. “No te lo reconocen ni mucho menos, la gente de la ciudad, sobre todo los ambientalistas, los cuales te dicen que un árbol se debe de plantar y ahí se debe de quedar, mentira, un árbol se planta y se debe de cuidar durante toda su vida y mantenerlo.”, refirió al respecto.

Su trabajo pocas veces es valorado. Hoy cobra especial importancia en medio de la coyuntura ambiental y climática que vivimos, haciendo real el dicho de que hay héroes sin capa y sin superpoderes. “Para la gente que visita, no nuestro bosque, cualquier otro tipo de bosque, y que, al contrario, lo admiren y disfruten porque no sabemos cuánto tiempo nos puede durar.”, finalizo.

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