jueves, marzo 28, 2024
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Nuestra historia

*Aarón Dávila*

Foto: Ilustrativa.

Nuestra historia es la historia de nuestra alma; y la historia del mundo es la historia del alma humana. Benedetto Croce

Hablando con mi hermano el LCC. y Pastor Jorge Dávila Payán justamente el día de ayer, me comentaba acerca de un sueño muy interesante que tuvo; en el sueño, alguien le hablaba y hacia una reflexión a manera de mensaje, que mi hermano iba escribiendo, al finaliza el sueño mi hermano quedo impactado por aquella reflexión y de inmediato la anoto en una libreta, con tal claridad como la escucho en su sueño. 

Quiero compartirles la reflexión que recibió mi hermano, que cuando me la conto, por supuesto, me pareció tan interesante, que le pedí su autorización para compartirlo este día y es así:

“La historia del hombre debería contarse de manera circular, basada en relaciones antes que en eventos lineales; Porque No somos eventos, somos el resultado de la forma en que nos relacionamos, con quien nos relacionamos, y cómo nos afectan esas relaciones.

Es decir, una historia circular que gira alrededor del individuo a través de su paso por los eventos y que tiene sentido cuando conoce a Cristo y comienza a moverse alrededor de él.

Esto es lo que le da sentido a su vida.”. 

Ciertamente, así como lo expresaba el sabio Salomón, no hay nada nuevo bajo el sol, los tiempos cambian si, pero la historia central de la humanidad sigue girando alrededor de los mismos principios: Búsqueda, deseo, ambición, conocimiento o sed por conocer y saber más, hambre, sed, anhelo, necesidad de amar y ser amado, lucha por la igualdad y equidad, el ser aceptado con verdadera tolerancia y respeto, la realidad del espíritu gregario que nos hace reunirnos y buscar ser aceptados.

Ahora; “No somos eventos, somos el resultado de la forma en que nos relacionamos, con quien nos relacionamos, y cómo nos afectan esas relaciones” un viejo y conocido refrán popular dice: “dime con quien andas y te quien eres.”. 

El rey Salomón también decía que, existen caminos que al hombre le parecen correctos, pero su fin es camino de muerte.

Es por esto que yo añado lo siguiente: La memoria de los días pasados, nos permite construir los hechos venideros.

El parte aguas de la historia es justo los sucesos que recientemente conmemoramos como humanidad; Jesucristo cumplió su parte en esta historia al venir y caminar entre nosotros cumpliendo un ministerio de fe y esperanza para nosotros y finalmente sello con su resurrección, lo que nos permite decir así tal cual como lo hizo Job: De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 

“La historia del hombre debería contarse de manera circular, basada en relaciones antes que en eventos lineales.”.  “Es decir, una historia circular que gira alrededor del individuo a través de su paso por los eventos y que tiene sentido cuando conoce a Cristo y comienza a moverse alrededor de él. Esto es lo que le da sentido a su vida.”. 

Y qué si nuestra historia personal, tuviera un nuevo comienzo, con esperanza, con alegría, con amor, con hechos irrefutables de perdón, verdad y restauración, con la certeza de relacionarnos con inicialmente con el autor y dador de la vida y caminar un camino recto, con nuevos motivos. 

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”.

Ya lo recordamos en estos días recién pasados, ya lo celebramos, ya hasta lo vacacionamos, ahora demos oportunidad a que ese mensaje y esa resurrección sean realidad en nuestras vidas, para que juntos podamos crear una mejor historia para esta humanidad que tanto lo necesita.

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