viernes, abril 26, 2024
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Nuevas escuelas, nueva alimentación

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*Melchor García*

Foto: Ilustrativa.

Ante el regreso a clases de los estudiantes, aún en el formato a distancia, las repercusiones de no desayunar o ingerir productos inadecuados son inmediatas como desnutrición y déficit en la calidad del aprendizaje. 

Alfredo Medina, nutriólogo especialista en niños, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que el primer consumo de alimentos en el día es el más importante y es fundamental para los niños de 4 a 16 años de edad, pues se encuentran en la etapa más importante de su crecimiento y todo aquello que ingieran es aprovechado por su organismo. 

El reflejo del tipo de alimentos que consumimos en el cuerpo se refleja directamente en la piel, la estatura y el tono muscular.  

“Los ojos también reflejan la calidad en la alimentación, pues deben tener una blancura natural alrededor de las pupilas, ya que cuando se presentan coloraciones amarillentas o rojizas, quiere decir que el hígado no está procesando de forma correcta los alimentos o está recibiendo un exceso de toxinas o grasas.”, explicó. 

En relación a la forma en la que se refleja en los niños, especifica que si hay presencia de manchas blancas, se trata ya de una posible anemia que está coartando el desarrollo del infante, lo cual se verá principalmente en la estatura del menor.  

Además de la energía que muestren en sus actividades, si bien es sano que los pequeños duerman mucho, también deben jugar, correr y reír durante mucho tiempo, en caso de que no sea así se vuelve evidente una baja en las calorías, lo cual es reflejo del consumo mínimo de alimentos. 

También señala que el sobre peso no es señal de una buena alimentación, por el contrario, quiere decir que los alimentos que se consumen no son los adecuados.  

“Los niños y adolescentes deben consumir todo tipo de alimentos, no hay ninguno prohibido, pero deben hacerlo de una forma equilibrada y simétrica; es decir, deben dividir sus alimentos en porciones iguales entre carne, verduras, cereales.”, argumenta. 

En cuanto al desempeño escolar y la forma en la que se refleja la calidad alimenticia, señala que es notorio para los docentes cuando se trata de un niño bien alimentado o no, pues aquellos que reciben la proporción adecuada de alimentos aprenden con mayor facilidad y calidad, en cambio, aquellos que no ingieren alimentos adecuadamente, les cuesta trabajo comprender aspectos básicos, además de la complicación al memorizar.

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