Políticas hacia discapacitados: insuficientes
*Melchor García*
El Estado de México concentra a nivel nacional la cifra de accidentes vehiculares al año, con récords de hasta 20 mil sucesos, convirtiéndolo en una de las entidades con mayor número de muertes en población económicamente activa, y en población qué pasa a ser discapacitada de un día al otro.
Al respecto Balduino Rosario Bernal, director general del Centro de Atención Psicopedagógica y Desarrollo Infantil (CAPPDI, A. C.), lamenta el lento avance de la cultura de “inserción”, inclusión e igualdad de la población discapacitada en México.
“Se ha abierto la cultura de inclusión en México, la cultura de accesibilidad se ha abierto pero todavía hay muchas cosas que se tienen que trabajar” dijo.
Destacó como principales carencias la accesibilidad de personas discapacitadas en espacios públicos y privados, esto en materia de infraestructura y mobiliario, y como segundo gran faltante, su inclusión en espacios laborales. Lamentó que todavía prevalecen escenarios parecidos a los de una “segregación”.
“La situación, digamos de segregación, de repente todavía hay ciertas barreras sociales, sobre todo, donde las personas discapacitadas por cómo se ve la persona, por cómo actúa la persona, tiene ciertas condiciones todavía”.
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Pese a que existen legislaciones que alientan a empresarios y unidades económicas a contratar a personas con discapacidad, reprochó, la mayoría se muestra desinteresada.
“Hay mucho que apretar, no solo es desde la parte política, también desde la parte social, desde la parte empresarial para que se haga valer esto (…) Porque, sí, todavía hay empresas que buscan contratar a las personas discapacitadas y solamente cumplir, por cumplir con el requisito, pero no por cumplir con el proceso de inclusión” expresó.
Uno de los ejemplos más claros de este desinterés por parte de las empresas es el reconocimiento “Gilberto Rincón Gallardo” donde se certifica lugares que son accesibles para personas discapacitadas; sin embargo, son pocas quienes lo tienen.
“No me interesa tanto tener este distintivo. Sí se ha avanzado, insisto, pero ahora nos toca como sociedad hacer mucho, para mí, civilizar estos elementos”.
Es la población quien debe hacer la mayor parte, dijo, para cuando le toque convivir con una persona con discapacidad en verdad sean incluyentes.
“Cuando vemos a los chicos con autismo con una crisis, o cuando vemos a la persona con silla de ruedas, o cuando vemos al chico con síndrome de Down con ciertas características, muchas veces la reacción es de desconocimiento. Todavía hay un gran sesgo de la población desde cómo se ve y así empiezan a tratarlo”.
Advirtió que estos lugares cien por ciento accesibles y con una política de inclusión hacia todas las discapacidades, son en beneficio de todos. Señaló que cada uno, estamos a un accidente de cualquier tipo para ser parte de la población con discapacidad.
“A todo el mundo nos sirve cuando hablamos de accesibilidad, hablamos de que no solamente es para la persona con silla de ruedas, también para la persona que juega fútbol y que se lastimó, se fracturó y va andar un rato con muletas; también para la mujer embarazada que tiene que subir escaleras, y también para nuestras personas de la tercera edad” sentenció.
