Seguridad social y más para repartidores de plataformas digitales con reforma de Sheinbaum
*Redacción Diario Evolución*
El decreto de la reforma de plataformas digitales fue firmado por la presidenta Claudia Sheinbaum, apostará por el reconocimiento de la relación laboral de repartidores y conductores de aplicaciones como Didi Food, Uber Eats o Rappi, y el acceso a la seguridad social.
El proyecto elaborado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) busca proteger a una fuerza de trabajo que hasta ahora ha sido calificada como independiente; se informó que en el país hay 658 mil trabajadores que están vinculados con estas plataformas digitales en el país.
Se especificó que el objetivo es regular y permitir que estos trabajadores tengan derechos amparados por la ley: “El objetivo de esta ley es que tengan derechos, que tengan derecho al reparto de utilidades, que tengan derecho a ser atendidos en el Seguro Social si tienen un accidente, que tengan derecho a seguridad social si trabajan tiempo completo”.
La reforma tiene dos dimensiones: salario mínimo y tiempo efectivo de trabajo. En términos generales, las empresas propietarias de aplicaciones tendrán la obligación de aportar a la seguridad social de los trabajadores cuando la persona genere un ingreso equivalente a un salario mínimo.
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Mientras que los trabajadores que generen ganancias igual o superior al salario mínimo, tendrán todos los derechos establecidos en la Ley Federal del Trabajo y seguridad social plena; se estima que este esquema beneficiará a más de 272 mil repartidores y conductores de apps.
Tendrán las personas trabajadoras de plataformas digitales durante el tiempo efectivamente trabajado tendrán protección del IMSS contra accidentes durante cada viaje, servicio o tarea.
Además, las personas trabajadoras seguirán escogiendo sus horarios de trabajo, así como la o las plataformas para las que trabajan; subordinación discontinua ya cotada al tiempo efectivamente trabajado; sin afectación ni cambios al modelo de negocio; habrá reglas para la desconexión.
G.L.
