Caída Libre
*Víctor Yáñez*
Se ponen nerviosos los suspirantes a la gubernatura
Conforme se consumen los días y las semanas, se acerca el día de los comicios del 23. Distintos actores políticos que sienten que pueden ser candidatos a gobernador se van “calentando” la cabeza y empiezan a actuar con exabruptos o fuera de contexto.
Por un lado, Ana Lilia Herrera Anzaldo ya envió un mensaje subido de tono, a través de un espectacular: “ni me rajo ni me bajo”, que casi de forma inmediata atrajo la atención de los priistas, principalmente de Ricardo Aguilar Castillo, otro de los suspirantes a la gubernatura.
El exsecretario de Organización del CEN del PRI, en dos ocasiones, llamó a actuar con cordura y conciencia de que “cuando nos ha favorecido la decisión no damos de brincos; pero cuando sienten que no les favorece perdemos la calma”.
Ricardo Aguilar ya fue presidente municipal de su natal Jilotepec, diputado local y federal, porque a él le ha favorecido la decisión final de su partido y de su jefe en turno.
Por eso, no resulta extraño que Ana Lilia Herrera, por cierto, diputada federal con amplia trayectoria en política: senadora, diputada local y presidenta municipal, se lance con todo por la gubernatura, sin esperar a que se den a conocer los lineamientos, a través de una convocatoria, como siempre se han distinguido los priistas. Nadie como ella conoce de los estatutos y reglas de su partido, por eso se ve raro y fuera de lugar su actuar.
Ana Lilia Herrera siente que puede llegar a ser candidata del PRI, pero la luz al final del camino está muy lejos. Quizás eso la lleva a actuar con premura y solamente está evidenciado su desesperación por alcanzar su sueño de ser la primera gobernadora del Estado de México.
Sin embargo, Ana Lilia Herrera no es la única que ha mostrado signos de desesperación para ser tomada en cuenta en su partido, el Revolucionario Institucional, y llegar a ser la candidata.
Lo mismo sucedió en las filas del PAN, con Enrique Vargas del Villar, actual coordinador de los diputados locales blanquiazules en la LXI Legislatura. El pasado miércoles presentó un proyecto denominado “Ruta Líder“, para recorrer el Estado de México y escuchar a la gente a través de foros.
Aunque en el arranque del proyecto no se dio a conocer la estrategia a seguir, Enrique Vargas dijo que va a estar cerca de la gente, la va a escuchar. Pero fue más allá, dijo que en ese proyecto todos caben, de cualquier color, forma de pensar, el PAN está abierto a todo.
Ya “calientito” dijo que, si la alianza con el PRI y con el PRD no va, el PAN iría a solo a defender al Estado de México, pero ese anunció le duró poco, días después tuvo que recular y decir que la alianza con los otros partidos es vital para cristalizar el proyecto.
Por lo que Enrique Vargas debe controlar sus exabruptos y evitar que se genere suspicacias entre sus seguidores. Debe aprender a ser más sensato y prudente.
Pero en todos lados se cuecen habas. En el PRD, Arturo Piña García, alcalde de Villa de Allende con licencia, hizo un extrañamiento por el proceder de las dirigencias, nacional y estatal, del Partido de la Revolución Democrática, porque llevan a cabo nombramientos sin respetar lineamientos, mucho menos consideran a la militancia y eso es lo más grave, que no se respeta la opinión de la mayoría.
En días pasados, Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD, nombró a Omar Ortega Álvarez como coordinador estatal para la Construcción de la Agenda Socialdemócrata en el Estado de México, que le abre la puerta para convertirse en virtual candidato del partido del Sol Azteca a la gubernatura del Estado de México.
Por eso decimos que en todos lados se cuecen habas, porque en el PRD la lucha interna por el liderazgo se gana con agandalles y madruguetes, como calificaron el nombramiento a Omar Ortega.
El PRD debe considerar que no está en su mejor momento y con su proceder de agandalle en nada abona a la toma de decisiones, con miras a la renovación de la Primera Magistratura del Estado de México.
