Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

La UAEMéx se hunde en una crisis por falta de liderazgo y capacidad política. El rector abona al enfrentamiento en lugar de buscar acuerdos

Todo parece indicar que al rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera, lo único que le interesa en mantener a la institución en conflicto, es evidente su falta de capacidad para solucionar y lograr acuerdos, tanto así que cuando se trata de provocar enfrentamientos es el primero en la fila.

Y es que si bien existen universitarios, políticos o analistas que intentan disculpar las acciones del responsable de guiar los destinos de la máxima casa de estudios argumentando que el caos lo heredó de otras administraciones y que todo es culpa de los ex rectores y sus administraciones (no debemos pasar por alto que el encargado de las finanzas viene de la pasada gestión) lo cierto es que lejos que solucionar los problemas que le dejaron, se ha encargado de meter a la Universidad en nuevos conflictos y la lista parece no terminar.

Apenas estaban solucionando el tema del acoso en la universidad, asunto que por cierto el primero en destaparlo fue el mismo rector en un intento por generar comentarios positivos y que empeoró con la creación de la página #MeToo, donde al menos a 17 profesores y universitarios fueron señalaron sin más pruebas que lo expresado en esta red social, cuando viene un encontronazo con el Legislativo.

Los últimos días, al interior de la institución se vive un ambiente de tensión y de posiciones encontradas, ya que si bien la autoridad usa el tema de la autonomía como bandera para enfrentar a los diputados, más específicamente a la bancada de Morena y sus aliados, por otro lado están los que desde hace mucho tiempo ven a Barrera Baca como uno de los personajes que más daño le han hecho a la institución.

Y es que el rector en su necedad de insistir en la Ley Universitaria -asunto que ya hemos comentado en otras ocasiones, exrectores y universitarios de prestigio le recomendaron que dejara de lado porque no era una tema de trascendencia y menos en estos momentos cuando los tiempos políticos no son los mejores para lograr acuerdos- pidió que el estatuto se aprobara en los términos que más le convenían.

El vacío de poder que se observa en la institución da como resultado este tipo de enfrentamientos con otras instancias, la falta de capacidad política, pero sobre todo la falta de capacidad para alcanzar acuerdos, primero con las diferentes fuerzas políticas que se encuentran en la universidad y luego al exterior, sólo ponen en evidencia a un rector rebasado.

Por otro lado, llama la atención que de parte de la instancia oficial, gobierno del estado o la fracción priista en el Congreso sólo silencio. Y es que ¿Será un buen momento para que el gobernador defienda al rector? Hasta ahora, el trato entre los dos poderes ha sido de respeto y poner esa relación en riesgo por el encontronazo Universitario parece no ser una buena idea.

Al final, la Ley Universitaria tiene que ser discutida y aprobada en la Legislatura, con todo y la bandera de la autonomía en la que se ha envuelto el rector y pretende lanzarse desde lo más alto del Cerro de Coatepec. Así que se ven pocas soluciones al conflicto. O llegan a un acuerdo y presentan una Ley que deje contentos al rector y sus opositores o como bien le dijeron desde hace tiempo, es mejor dejar para otro momento el asunto de la aprobación del estatuto.

Lamentable que Gilberto Sauza use a Coparmex para entrometerse en cuestiones que le atañen a los universitarios

Usar el tema de la autonomía universitaria para intervenir en la vida interna de la institución de igual manera se puede tomar como un atentado contra ese principio, porque es claro que no todos los universitarios están a favor de la postura oficial o del rector, es por eso que surge el conflicto.

Así que el comunicado de Gilberto Sauza, en el que se pronuncia en contra de los “poco representativos” opositores a la postura oficial y la falta de legitimidad del ejercicio realizado por los diputados en el Congreso local, es también una forma de intervenir y hacer un intento por vulnerar esa autonomía que tanto intenta defender.

Gilberto Sauza es un empresario que se forma en las aulas de la universidad, pero se equivoca cuando usa su posición como presidente de Coparmex en el Valle de Toluca, para intervenir y calificar el proceso que se realiza en torno a la ley.

Como todos los universitarios tiene el derecho de dar a conocer su opinión, pero ese debe ser un asunto de tipo personal, usar a la organización que preside para intervenir en asuntos propios de una institución como la UAEMéx ya es otra cosa; seguramente muchos de los empresarios que representa no están interesados en el tema porque sencillamente no estudiaron ahí.

Como si el sector empresarial no tuviera suficientes temas que tratar, Gilberto Sauza usa a la organización para fines políticos. Incluso cuando su líder nacional Gustavo de Hoyos da a conocer un posicionamiento, en el Valle de Toluca evitan apoyarlo por no estar de acuerdo con él, pero para tratar temas que no le atañen como líder empresarial entonces si usa su posición. Así queda clara la intransigencia y la descalificación a la que recurre cuando un asunto no le gusta o cuando se siente ofendido.

Juan Rodolfo Sánchez se gana el apoyo de Autoridades Auxiliares y Consejos de Participación Ciudadana

El edil de Toluca, Juan Rodolfo, tomó protesta a los responsables de las autoridades auxiliares y Consejos de Participación Ciudadana y de su discurso llamaron la atención varios temas que son vitales para el momento que se vive en la capital.

Sin medias tintas habló del asunto que más preocupa y es el relacionado con la violencia e inseguridad que se registran en Toluca.

Todo surge al interior de la familia y es que la ciudad ocupa un penoso segundo lugar estatal en cuanto a violencia intrafamiliar se refiere y si tomamos en cuenta que existen territorios como Ecatepec, Nezahualcóyotl o Chimalhuacán por enumerar algunos que tienen altos niveles de inseguridad, entonces es claro que los niños o amas de casa viven graves condiciones de violencia.

Pero también les dijo claramente que la situación con la policía que le heredaron no es la mejor y es que en este momento se cuenta con 900 policías divididos en tres turnos y cuentan tan sólo con 70 patrullas. Explicó que cuando terminó su primer periodo como alcalde, heredó, a una administración por cierto priista, mil 500 policías y 500 patrullas.

Mínimamente deben contar con 4 mil 500 efectivos y mil unidades para atender medianamente el problema de inseguridad que se vive en la región. En cuanto a la policía montada hace casi diez años dejó 120 equipos, jinete y caballo, en este momento operan 15 y lo más lamentable es que esas administraciones tricolores se robaron o perdieron los caballos.

También habló del grave problema en cuanto a contaminación se refiere y es que desde julio del 2014 Toluca no ha tenido un solo día con una calificación de buena calidad del aire.

Otro asunto que requiere atención inmediata es el cuarto de millón de perros y gatos que se tienen en la capital, de los cuales 190 mil viven en las calles. Mucho trabajo por hacer y las autoridades auxiliares y consejos de participación ciudadana serán una parte importante en la tarea a desarrollar y el edil supo comprometerse y que se comprometieran para dar resultados.