viernes, abril 26, 2024
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¡Una oportunidad única!

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*Aarón Dávila*

Foto: Especial.

El nacimiento de un bebé es frecuentemente causa de alegrías y la promesa de una nueva etapa en la familia. En muchas culturas, un nacimiento es un hito que es festejado por toda la familia a partir de buenos deseos y dedicatorias especiales. En muchas formas, el nacimiento de una nueva criatura brinda una oportunidad única.

Viene a mi memoria aquel bello pasaje en la biblia, cuando los discípulos de Jesucristo trataban de impedir que los niños se acercarán a él. Jesús al percatarse del suceso, llama la atención de sus discípulos diciendo “Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”.

Pero no es tan sólo el nacimiento y el desarrollo del pequeño o pequeña, sino la pureza de sus corazones, es decir, un corazón limpio, lleno de inocencia, sin culpas, sin prejuicios, esa es la verdadera virtud, el auténtico remanso, el gozo perdurable.

Hace tan sólo unos meses, la mayor de mis hijas me llamó para darme la enorme noticia de que ella y mi yernazo (como yo le digo) serían padres por segunda ocasión, lo que por supuesto significaba que sería abuelo otra vez.

No crea que lo expreso con lamento, por el contrario, la noticia que mi hija me entregaba en ese momento, me llenó de una alegría indescriptible, y claro que, trataré de describirla para ustedes.

Mire, al recibir la noticia el impacto fue tal que, ese mismo día perdí mis lentes, me enferme del estómago y casi perdí el apetito, de esto último, logre reponerme a tiempo…

La noticia me emocionó tanto que, de mil formas deseaba compartirla con toda la gente que conozco. Un nuevo nacimiento anuncia consigo, amor en abundancia, tiempos de paz, de regocijo, aun de reconciliación y por supuesto, la oportunidad de hacer un alto en el camino, tomar un respiro y después, mirar tan lejos como nos sea posible, con esperanza y enorme deseo de ver crecer con bien a ese pequeño o pequeña, con salud, gracia y plenitud.

Recuerdan aquella frase popular que dice “ese niño trae torta bajo el brazo” con esperanza decimos; ojalá y no sólo la torta, sino la tortería entera… seguramente así será, pero primero lo primero, preparar un camino sano, lleno de valores, de amor, de experiencias para que ese bebé encuentre en verdad una gran vida por vivir.

A caso ¿No es eso lo que deseamos para nuestros hijos y nietos? Por supuesto que si.

Para que mañana puedas estar en los recuerdos de tu hijo, quédate hoy en su vida, reza un dicho.

El rey Salomón por su parte decía “Instruye al niño en su camino y cuando este crezca, nunca se apartará de él”.

A partir del día en que mi hija me anunció la llegada de un nuevo miembro de la familia, en mi mente se alojó un pensamiento tan intenso que se convirtió en fuerte sentimiento; quiero ser un buen padre para mis hijos y un gran abuelo para mis nietos, quiero tomar la oportunidad de amarlos con todas mis fuerzas y dejar en ellos y ellas el mejor de los recuerdos.

Una nueva vida es promesa de continuidad, de que, si actuamos con rectitud, con fe, con amor, encontraremos en Dios el mejor de los caminos.

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