jueves, abril 25, 2024
Nacionales

La puerta seguirá abierta

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*Aarón Dávila*

Foto: Especial.

“Vosotros, jóvenes, sois los responsables de vuestro futuro.” San Juan Bosco

Gran impacto el que nos causa pensar cuando se llegue el día de partir de casa, porque algún día tendremos que salir de casa.

Bueno, al menos esa es la idea y no porque tengamos que salir con urgencia, sino más bien, porque en forma natural el día de partir llegará y entonces en su tiempo, será una gran bendición para nosotros y para toda la familia.

Los cambios son difíciles, en especial cuando se trata de salir de nuestro estado habitual o de confort.

Cambiar la herramienta que estamos acostumbrados a usar por otra de diferentes características, cambiar de cama o el lado en que normalmente te acuestas, utilizar una almohada diferente a la que sueles utilizar, en fin; los cambios suelen ser complicados y en ocasiones complejos, por el solo hecho de no ser lo que acostumbramos y definitivamente salir de casa en la escala del uno al diez, llega al cien.

Pero calma, no hay porqué temer, los cambios son positivos y hasta convenientes en alguno casos, lo que es importante tener en cuenta en todo momento es que, los cambios serán positivos en el tiempo correcto, cuando sea el mejor momento para realizarlos, justo en el tiempo de Dios.

Cuando dejamos las cosas en sus manos todo es para bien, pero siempre debemos tener presente esto: «Cuando las cosas se planean y se procuran en el tiempo de Dios, entonces será el mejor momento.»

Me gusta mucho observar el proceso del día y de la noche: El día despunta en cada ocasión justo cuando debe de ser, ni antes ni después, el momento que corresponde de acuerdo a la estación del año está determinado en el pensamiento de Dios, al caer el día, la noche hace majestuosa aparición cubriéndolo todo con su obscuro manto y con ella se anuncia tiempo de remanso.

¿En alguna ocasión han experimentado un eclipse total de sol? Yo lo viví y lo recuerdo muy bien. Recuerdo aquella sensación extraña recorriendo mi cuerpo, eran las doce del día aproximadamente y el sol estaba cubierto en su totalidad, el cielo se oscureció por completo y recuerdo muy bien algo que en aquel momento llamó particularmente mi atención: todo estaba en completo silencio y allá a lo lejos alcancé a escuchar el trino de las aves extrañadas por el acontecimiento que se vivía en aquel momento, literal no sabían qué hacer, no entendían si era de día o de noche y por algunos minutos aletearon y trinaron confundidas, finalmente se aquietaron, cuando a los pocos minutos el astro majestuoso fue recuperando su espacio y entonces, repentinamente el día floreció y todo volvió a la normalidad, qué interesante, ¿no les parece?

Bueno, así tal cual como a las aves del eclipse nos pasa, cuando pensamos en el momento departir de casa, nos desorientamos y perdemos el norte y un frío extraño recorre nuestro ser entero, tan solo de pensar en que ya no estarán papá o mamá para auxiliarnos cuando los necesitemos, pero tranquilo, tranquila, cuando sea el tiempo correcto todo

saldrá bien.

Para tus padres tampoco es un tema sencillo y claro que el mismo frío que recorre tu cuerpo lo experimentan ellos, pero es un proceso natural que repito, en el tiempo correcto será de gran bendición para tu vida.

Lo que sí debe estar presente en nuestra mente es estar preparados para cuando llegue ese día, para que nada nos tome por sorpresa.

Estudiamos y nos preparamos para enfrentar la vida y para encontrar un sano desarrollo, visualizar el tiempo por vivir es importante, soñar con nuevos proyectos de vida, con lo que te gustaría experimentar y conocer, todo aquello que construya un camino perdurable y verdadero sea bienvenido.

Claro que también está la opción de no hacer nada y de simplemente esperar a ver qué pasa, por supuesto que ésta es la ruta menos recomendable a seguir ya que, es la ruta más dolorosa.

Es bueno tocar el tema de vez en cuando con tus padres, coméntales tus sueños y anhelos, lo que te gustaría hacer al término de tus estudios o el camino que está en tu corazón buscar, recuerda que el consejo y los comentarios que tus padres te darán, siempre serán la mejor herramienta de vida para ti.

Cuando el tiempo de salir de casa llegue, tu corazón esté listo y dispuesto por ver lo que

Dios ha guardado para ti.

(Esta columna fue tomada del libro “Una juventud con actitud” escrito por Aarón Dávila Payán. Todos los derechos reservados por el autor)

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