La sonrisa de Migajón

*Melchor García*

La pandemia ha escrito una de las páginas más crudas de nuestra historia. Detrás de cada muerte están las familias afectadas; sin embargo, también ha dejado muestras de solidaridad que nos acompañarán para salir de la emergencia.

Una de esas historias que vale la pena contar es la de “Migajón”, un perro pitbull que no sólo encontró una nueva casa, también descubrió lo que es el cariño y el amor en manos de una familia. En su caso, no es el rescate tradicional, a él lo adoptó una tienda.

“Estaba él aquí vagando sólo, abrieron el Oxxo, desde que estaban trabajando los albañiles, pero uno en específico fue Migajón, el que se quedó ahora si que abrió la tienda y empezó a sentir el cariño y se quedó.”, dijo Jorge Alberto Chimal, mexiquense.

Lo que comenzó con alimento y una caricia de los trabajadores de esta tienda de conveniencia en las calles de 16 de Septiembre e Ignacio Allende, en la colonia de Santa Ana Tlapaltitlán en Toluca, hoy se ha convertido en un hogar para el pobre Migajón.

“La idea de la casita fue porque pasaba frío, primero comenzamos a ponerle el cartón, motivo de que se quedara aquí en las noches, después vimos que empezaban los fríos de diciembre y pues juntamos ahora sí para su casita entre todos los compañeros.”, expresó Alberto Chimal.

Hoy la acción desinteresada de Jorge Alberto, Ximena, Armando, Esra, Victor y Brayan, ha permitido conocer al verdadero Migajón, un perro noble y juguetón que fue utilizado como perro de pelea y ha encontrado una nueva oportunidad para ser feliz.

“Migajón es tranquilo, es un perro muy noble, la verdad es que al parecer pues lo ocupaban para peleas porque trae varias marcas, entonces el perro se acercó. Cuenta la historia de que lo sacaron, el dueño fue el que le echó a la calle y sabes que hay gente buena y fue como surgió el cariño y aquí está.”, dijo.

No sólo son los trabajadores de esa tienda, sino todos los vecinos quienes ya han adoptado al can llevándole comida y medicinas. Los trabajadores de este espacio llaman a que el corazón de las familias se abra en este fin de año y puedan así como ellos, darle una esperanza, pero sobre todo una sonrisa a un perro que como Migajón, está en su búsqueda.

“La verdad de la apariencia que tenía cuando estaba acostado en el cartón era triste, un perrito mal, sinceramente cuando le compramos su casita su reacción fue cuando se la trajimos estaba muy contento, movía la colista, andaba muy feliz y ahorita llegamos y está tranquilo, no pasa fríos. No compren, adopten.”, instó.