viernes, abril 26, 2024
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Predominan drenaje expuesto, encharcamientos y caninos muertos en la Toluca-Naucalpan

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*José Ángel Gutiérrez*

Predios laterales del kilómetro 38 al 40, en Otzolotepec y Xonacatlán, son afectados por la naturaleza, pero también son focos de infección por acción del hombre, a través de llantas, tubos abandonados, grafitis, basura y aceras “trampa”. Fotos: José Ángel Gutiérrez.

Llantas viejas, residuos plásticos, encharcamientos, caninos muertos, drenaje expuesto, grafitis y banquetas con trampa exponen un gris entorno y foco de infección en la carretera Toluca-Naucalpan, entre los kilómetros 38 y 40, a la altura de los municipios de Otzolotepec y Xonacatlán.

“A este perrito lo atropelló un trailero que venía rápido; como no hay autoridad que los recoja, la gente los tira la orilla. Este huele muy mal y está en descomposición.”, refirió don César, poblador, al apreciar el levantamiento de imágenes por parte de Diario Evolución.

A lo largo de un recorrido se pudo constatar la presencia de tres perros muertos, todos ellos en estado de putrefacción y con visibles muestras de arrollamiento.

Bajo los puentes vehiculares del kilómetro 40, en barrio El Espino, en el acceso sur de Otzolotepec, donde el Ayuntamiento presume un letrero del municipio, se aprecia una ruptura en la base-soporte de las trabes, lo que anticipa un riesgo para los automovilistas.

Entre los kilómetros 39 y 40, territorio de Xonacatlán con dirección Naucalpan, el costado derecho de la carretera federal, con tramos de jurisdicción municipal, está encharcado a consecuencia de las lluvias.

Pero la acción del hombre también está presente, sobre todo en el puente peatonal de la escuela Preparatoria Número 3, donde grafitis y neumáticos viejos “adornan” la parte baja, así como los soportes de concreto de la rampa de acceso.

Al costado del puente se acumuló agua pluvial, cuya elevación sacó a flote bolsas, botellas plásticas, vasos y platos de unicel. Ahí también hay escombro, que si bien no es visible para los automovilistas, sí lo es para estudiantes y pobladores que transitan por la zona.

En el intervalo de los kilómetros 38 y 39, al exterior del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytem) plantel Xonacatlán, la banqueta tiene finales falsos hacia tubos expuestos de aguas residuales sin corriente.

“Nosotros como alumnos ya sabemos que no debemos seguir derecho en varias partes de la banqueta, por eso pasamos por el pasto, pero alguien de fuera, y más de noche, puede caer al agua sucia o golpearse con los tubos.”, dijo un estudiante, quien pidió omitir su nombre.

Junto al plantel hay agua acumulada en torno a la barda perimetral, que está tapizada de grafitis, elaborados mientras no hay vigilancia en el exterior, donde prevalecen basura y tubos destinados a drenaje desde hace varios años.

En zona de barrio La Jardona y cercanías del acceso a Xonacatlán, el costado de la banqueta tiene llantas y acumulación de agua, además de un canal de líquido residual poco visible, aunque su presencia obliga a familias a colocar madera para cruzar hacia sus viviendas.

Transitar en auto por la Toluca-Naucalpan no refleja este entorno. Caminar por el borde permite ver que las depresiones del terreno lateral son focos de infección.

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