sábado, abril 27, 2024
Política

Proponen inscribir “Al movimiento estudiantil de 1968” en muros de honor de la Legislatura

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Foto: Especial.

Los jóvenes estudiantes que protagonizaron y participaron en el movimiento de 1968, que culminó con la masacre del 2 de octubre, han sido los principales impulsores de las libertades democráticas que ahora existen, por lo que reconocerlos con la inscripción con letras de oro en el Muro de Honor de la sede legislativa de la leyenda “Al Movimiento estudiantil de 1968” sería un acto de justicia.

Así lo expresó el legislador del Grupo Parlamentario de morena, Tanech Sánchez Ángeles, quien presentó el Pleno esta iniciativa, la cual fue remitida para su análisis y dictamen a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

En sesión del Primer Periodo Ordinario bajo la conducción de la presidenta de la Directiva, Azucena Cisneros Coss, el legislador recordó que en el Muro de Honor se encuentran los nombres y leyendas que hacen referencia a los personajes, instituciones y hechos más importantes de la historia de México y la entidad, a los que se uniría la mención del movimiento estudiantil.

Agregó que se honraría además a los hermanos mexiquenses que también murieron el 2 de octubre, entre los que fueron plenamente identificados: Cornelio Benigno Caballero Garduño, de Chapa de Mota; Reynaldo Monsalvo Soto, de Hueypoxtla; Alfonso Avilés Balbuena, de Temascaltepec; Petra Martínez García, de Aculco, y Cuitláhuac Gallegos Bañuelos, de Naucalpan.

Señaló que una petición similar se ha hecho en diversos congresos del país y que la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión ya aprobó la correspondiente. Al insistir en que es deber del Estado reconocer a las víctimas y en que ese momento fue un tiempo de represión, Sánchez Ángeles dijo que si se olvida el 2 de octubre, el país estaría condenado a repetir la tragedia. Sobre todo, enfatizó, porque muchas de las causas que lo originaron siguen vigentes.

“Si perdemos esta lucha habrán ganado los verdugos: el ejército que manchó el honor de las fuerzas armadas y los viejos militantes del PRI que a toda costa hicieron y quieren que sigan los desaparecidos. Los quieren mandar al olvido, como lo intentaron con los 43 de Ayotzinapa, los muertos de San Fernando, los ejecutados de Tlatlaya, los muertos de Acteal y los de Aguas Blancas”, sentenció.

Rememoran diputados el 2 de octubre de 1968

En el 50 aniversario de los sucesos de Tlatelolco, el Pleno acordó que cada grupo parlamentario expusiera un posicionamiento, y a propuesta del diputado José Alberto Couttolenc Buentello, coordinador del PVEM, guardó un minuto de silencio en honor y recuerdo de las víctimas.

Para morena, por quien tomó la palabra el diputado Tanech Sánchez, la matanza de Tlateloco significó una crisis en las insituciones del Estado, particularmente aquellas que pretendían hacer ver a México hacia afuera como una nación moderna, vanguardista y democrática. “Lo que logró fue hacer ver su cara más totalitaria”, acotó.

Señaló que por años prevaleció la versión oficial que culpaba a los estudiantes de una conjura comunista para hacerse del poder, un acto injusto e impune que ha permitido, a contracorriente, mantener en la memoria colectiva una identidad que ha dotado a muchas generaciones de una fuerza que ha conseguido que emerja una sociedad que exige sus derechos.

Juan Maccise Naime, del PRI, dijo que el movimiento fue una fuerte llamada de atención y una de las primeras sacudidas al régimen. Al participar en esta conmemoración,  apuntó, participamos en un hecho que “da forma y concierto a esta Soberanía, y aún desde la diversidad de nuestras posturas, estamos seguros de que como testigos y actores de este tiempo, reconocemos en el 68 el fundamento que hoy permite una nueva realidad política que nos demanda y compromete a todos por igual”.

Al afirmar que ese compromiso debe hacerse patente en el trabajo legislativo, ofreció trabajar por generar canales de comunicación para detonar el diálogo con la juventud e impulsar políticas que promuevan su desarrollo y acrecienten las oportunidades para las nuevas generaciones.

Por el PT, el legislador Francisco Rodolfo Solorza Luna, quien sumó a su grupo parlamentario a la iniciativa del diputado Tanech Sánchez, aseguró que el movimiento permitió visualizar un nuevo proyecto político social que, integrados en la unidad nacional y la solidaridad social, fueron génesis de los más importantes movimientos sociales de finales del siglo pasado.

Al expresar un reconocimiento especial a los héroes anónimos que perdieron la vida el 2 de octubre “en aras de transformar y conquistar espacios libres para el desarrollo de la vida político social”, se pronunció porque la utilización de la fuerza policiaca y militar como medio de disuasión social no vuelva a considerarse ni siquiera como referente.

Para el PAN, en voz del legislador José Antonio García García, en aquel otoño de 1968 la Cámara de Diputados federal mantuvo una actitud incorrecta, sometida incondicionalmente al autoritarismo presidencial, pero recordó que fue un diputado del PAN, además mexiquense, Gerardo Medina Valdés, quien expuso en tribuna el rechazo de este partido a respaldar al presidente Gustavo Díaz Ordaz por estos hechos. “No hay diálogo porque las balas nunca han sido instumento de diálogo”, dijo en esa ocasión.

Agregó que desde entonces las voces de “nuestos compañeros panistas sonaron fuerte en defensa de la UNAM y el IPN, de la democracia, los estudiantes y sus familias, y y así lo seguiremos haciendo”.

En nombre de Encuentro Social, la legisladora Rosa María Pineda Campos acusó que a cinco décadas del movimiento, los gobiernos en turno apostaron al olvido y al silencio, pero la represión provocó el efecto contrario, porque despertó un sentimiento de conciencia en muchos grupos sociales marginados y excluidos.

Ese episodio, afirmó, cimentó la necesidad de reconocer que la libertad de expresión es necesaria y que el sistema jurídico debe prohibir cualquier intento de limitar el ejercicio de los derechos políticos y las garantías individuales.

Para Omar Ortega Álvarez, coordinador del PRD, el 68 marcó un parteaguas en la historia del país, pero de todas las protestas de esa época en el mundo, “la de México fue la única que dio lugar a un crimen de Estado. A partir de entonces, se alimentó la lucha por un cambio de régimen para dar voz a las minorías y para hacer de un Estado autoritario un Estado democrático”.

Sostuvo que la deuda con ese movimiento es grande, porque alimentó el movimiento cívico en la nación. Sentenció que “somos los hijos y nietos del 68. No podemos permitirnos olvidar esa enseñanza, nunca más se tendrá que repetir, nunca más habrá de temer a la fuerza de la transformación y cambio que subyace en la juventud”.

José Alberto Couttolenc Buentello, coordinador del Verde Ecologista, estimó necesario mantener en la memoria la matanza del 2 de octubre, pues se trata de una historia de abuso de poder y de intolerancia, “algo que en el verde no vamos a permitir”.

Subrayó que esta Legislatura tiene el respaldo ciudadano más importante en muchos años, por lo que su compromiso debe ser mayor.

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